Hace aproximadamente un año me decidí.
Había estado solo desde siempre, toda mi mugrosa vida, y la perspectiva a futuro parecía que las cosas se mantendrían igual: en soledad.
No tengo muchos amigos, no salgo mucho, no soy muy sociable; todo esto eso hacía que las probabilidades de conocer a alguien para ligar fueran casi nulas, así que las medidas a tomar debieron ser desesperadas.
Me decidí y me inscribí a una de esas páginas para ligar entre hombres, ya saben, que sacas tu perfil, que pones una que otra foto e indicas qué andas buscando y esperas a que la magia se haga. Me costó trabajo decidirme porque las referencias de tal página, sobre su prestigio y sus resultados no eran muy alentadores, pero... era mi única opción.
Y allí estuve con mi foto y viendo fotos de otros. Checando el material, sería más preciso. :)
Después de algunos días de usar el sitio concerté una plática por messenger con varios prospectos. Primer acercamiento. De los 3 o 4 que agregué hubo uno con quién la plática resultó ser más frecuente y más amena. Platiqué con él varios días, me cayó muy bien y además me pareció muy guapo, aunque no lo quería conocer imediatamente. Quise tomar mis precauciones, no fuera que este tipo resultara ser un loco de eso que abundan por internet y que escriben blogs y son bien peligrosos. :P
Le comenté eso y le dije que quería esperar un poco, prefería conocerlo bien por internet y luego, si se daban las condiciones pues nos veríamos en persona. No le dije ningún tiempo específico, pero en mi mente calculaba que 1 o 2 meses sería buena precaución. Él manifestó interés en mí y aceptó esperar el tiempo que fuera necesario.
Sin embargo, a pesar de mi ferrea y paranoica decisión de esperar, lo conocí antes de un mes. Después de una semana de platicar con él mandé al garete todas las precauciones y decidí tomar el riesgo y conocerlo.
Lo invité a una plaza comercial relativamente cercana a mi casa, un lugar conozco muy bien y me parece bastante seguro y nos vimos por ahí del mediodía.
Llegó. Nos saludamos. Había un poco de nervios pero nada preocupante. La conversación fue agradable, tal como lo había sido a través de internet. Después de un rato de plática y un helado entramos al cine a ver una película. Terminada la película seguimos dando vueltas y platicando y el tiempo se pasó increíblemente rápido, tanto que nos dieron las 9 de la noche. Partimos, cada quien por su lado, nos despedimos de mano y una sonrisa.
Definitivamente sentí algo ¿Química le dicen? No sé, quedé muy contento de haberlo conocido y sonreí el resto del camino a mi casa. En casa, me conecté a internet y después de un rato él se conectó también. Hicimos el recuento de lo agradable que fue la velada y lo chido que fue conocernos; más aún el continuó y dijo que yo le gustaba...
Wow, no podía creer lo que leía. Alguna que otra vez en mi vida he encontrado a alguien a quien yo le gustaba de repente, generalmente mujeres, y solo alguna vez un chico, pero no era algo que tuviera costumbre de escuchar. Y sin embargo lo acababa de leer en el messenger. Yo le gustaba. Le gustaba a alguien y... él me gustaba.
Era un chico lindo, no especialmente guapo pero de rasgos agradables. Más alto que yo, fornido, moreno. Tenía una personalidad de niño serio que me fascinó. Me contó cosas de su vida, cosas tristes. Y en conjunto me agradó mucho, todo él me encantaba y le contesté:
-Tú también me gustas. :)
Mas o menos así era. :P |
Y se hizo la magia.
Platicamos todas las noches siguientes. Nos mandábamos mensaje cursis, horriblemente melosos, de lo cual hay un breve registro en este blog, helo aquí.
Me sentí muy contento, infinitamente contento de saber que había alguien que quería verme y estar conmigo porque le agradaba algo de mí. Era todo un suceso.
De esa primera cita que tuvimos, ocurrida en miércoles, nos pusimos de acuerdo para vernos otra vez el domingo de esa misma semana. Inicialmente había la intención de ir al cine, pero él no quería gastar mucho porque andaba corto de dinero, así que decidimos ir a una plaza cerca de su casa sólo para estar juntos y platicar. Llegado el día y la hora nos vimos y hubo un cambio de planes, él no quiso ir al lugar que habíamos acordado, me dijo que si quería ir a su casa y que viéramos allí una película.
Me medio infarté y le dije que no, que era muy pronto para eso. Apenas lo conocía, no quería ir a su casa. Por tal decisión fuimos a la plaza más cercana que había a pie y estuvimos un rato platicando. Yo seguía meditando si tenía ganas de ir a su casa. Él ni insistió, aunque se portó un poco ausente, pero en cierto momento le dije que sí quería ir a su casa.
Al diablo con las precauciones. Me gustaba el muchacho, me agradaba, valía la pena.
Agarramos un camión para ir hacia su casa; llegamos. En la casa estaba su hermano mayor, de visita por unos días. Lo saludé, una breve conversación solamente y después mi amigo y yo nos fuimos a su cuarto, donde íbamos a ver la película. En la pequeña habitación sólo había una cama, un escritorio de PC y un armario. Acomodó su escritorio para que pudiéramos ver la película en su computadora mientras nos sentábamos en la cama.
Allí sentado vi iniciar la película.
Yo intentando poner atención a la película |
Bueno. Lo que sigue lo escribo en el próximo post, que es una historia que merece su propio espacio. :)
4 comentarios:
Creo que después de todo el tiempo que ha pasado lo cuentas con más sentimiento y más real, es mejor esperase y contarlo bonito.
Me imagino y no quiero hacerlo, quiero leer las cosas que pasaron en este tiempo, quiero seguir leyendo y viendo sus dibujos. Saludos!
:D
Toda va muy lindo!!
¿Para cuando la siguiente entrega?...
awesome !! :O que booonitooo ♥_♥ jajajaja me gusto la primera parte de tu historia
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